
26 años después, la Casa Batlló, obra de Gaudí, sigue atrayendo mi mirada cada vez que paso delante.
Miércoles 12 de octubre de 1988. Llego en tren a Barcelona. Estoy sola. Al salir de la estación me extraña ver las calles desiertas. ¿No he llegado a una gran ciudad? No sabía que el 12 de octubre, Día de la Hispanidad, era festivo.
Hoy hace 26 años que llegué a Barcelona. 26 años que mi vida cambió, que cambié.
Barcelona me sedujo enseguida. Me gustó todo: su tamaño, su vida cultural, su ubicación al lado del mar, su arquitectura, su clima, su gente, etc.
A menudo me preguntan si los inicios fueron difíciles. Pues sí, por supuesto. Nadie me esperaba. La gente tiene su vida hecha. No es fácil hacer amigos. Pero poco a poco, fui encontrando gente con la que establecí lazos de amistad muy profundos y duraderos. Y tras 10 años llegó el encuentro más bonito, el de ♥ Monchermari ♥.
Barcelona me ha ayudado a ser yo misma. Aquí me siento bien. Soy como soy. Aquí pude dejar atrás una cierta tristeza que me seguía desde hacía tiempo.
Barcelona también me ha permitido aprender 2 nuevos idiomas, una nueva manera de pensar, de ver las cosas, de vivir.
Me encanta vivir en Barcelona. esta ciudad me da un increíble sentimiento de Bien-estar.
¿Lo que no me gusta de Barcelona ? Francamente, hoy no quiero pensar en nada negativo, así que la respuesta es … : ¡nada!