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Esta semana ha sido un poco irregular a todos los niveles. De entrada el miércoles ha sido festivo en Barcelona. Genial, sí, pero descoloca un poco. No es un puente, ni un fin de semana, acabamos de coger el ritmo de la reentrada, había muchas actividades… Además también he tenido nuevas experiencias deportivas, pero tengo aquella sensación que aparece cuando no se ha aprovechado del todo algo. Os lo cuento:
Lunes: Mi 1era sessión de FitBall. No es fácil aguantar el equilibrio sobre esta gran pelota. Si además le añadimos que tenía que mirar el video de Lucile al mismo tiempo, el resultado es que he rodado por el suelo más de una vez entre risas y prisas por seguir la rutina. Aún así hay que reconocer que los ejercicios son interesantes y hacen trabajar más músculos de los que se puede apreciar simplemente mirando.
Martes: He repetido la sesión de FitBall. Esta vez he controlado más la pelota 🙂 y he podido realizar mejor los ejercicios.
Miércoles: El 24 de septiembre es festivo en Barcelona. Es “la Mercè” o día de la patrona de Barcelona: la Mare de Déu de la Mercè. Uno de mis objetivos es incrementar la velocidad a la que corro. Para ello he ido a hacer series al lado del mar, en el barrio de la Barceloneta. Como hay que forzar el ritmo, he tenido la sensación de cansarme antes de tiempo.
Jueves: Sesión de Fitness dirigida por Miriam Albero del equipo Where is the Limit. No ha sido fácil. No he podido acabar todas las tandas, pero me he ido muy contenta. Tampoco he sido la única en ir parando. He aprendido nuevos ejercicios y sé ahora dónde están mis limites. 😉 He tenido agujetas hasta el domingo.
Viernes: Como ya lo sabéis: 9 km. 😉
Sábado: 1 era sessión de Indoor Walking en el Club Marítim Claror, en la Barceloneta. Era su jornada de Puertas Abiertas. El Indoor Walking es una sesión cardiovascular de 35 minutos sobre una máquina elíptica, siguiendo el ritmo de la música. Es duro. Hay que cambiar de postura, utilizar brazos y piernas, variar la resistencia de la máquina… pero con música el tiempo pasa más rápidamente. No me ha entusiasmado pero puede ser una buena alternativa al running cuando hace mal tiempo.
Domingo: Running al lado del mar. Salida: estatua de Colon, al final de las Ramblas. Llegada: hotel Arts pasando por el hotel W. En total: 6 km. Quería hacer más, pero mis piernas no han seguido. De allí, he vuelto corriendo hasta la escultura L’Estel Ferit. He seguido caminando hasta el Museo de Historia de Cataluña, para volver a correr hasta Colón. 2 km más. En total : 8 km. Podría haber sido mejor. El sobresfuerzo de la semana me ha pasado factura.
Desafío de la semana que viene: dominar el FitBall.