Lo que me gusta de Sitges:
- Su proximidad: a 40 km al sur de Barcelona, en la Costa Dorada.
- Su micro-clima: el pueblo está protegido por las montañas del Garraf.
- Su paseo de 4 km en frente del mar con sus playas de arena muy fina, demasiado fina ya que se encuentra después en todos los sitios. 😉
- Bañarme en este mar donde para tener agua hasta la cintura hay que caminar, caminar y caminar. Me encanta esta manera de adentrarme en el mar, progresivamente.
- Sus bonitas casas que se encuentran a lo largo del paseo pero también dentro del pueblo. Construidas por su mayoría por los “Cubanos”: los habitantes que se exiliaron hacia las islas del Atlántico y en particular a Cuba durante la epidemia de filoxera en el siglo XVIII. Fueron echados tras la liberación de la isla en el siglo XIX y volvieron a su lugar de origen. A su vuelta, siendo ricos construyeron estas bellas mansiones.
- Su iglesia de San Bartolomé y Santa Tecla sobre una pequeña colina que domina la playa. Es una de las imágenes más características de Sitges y la que más me impresionó cuando fuí por primera vez.
- Ir de tiendas: hay un montón de pequeño comercio con tentadores escaparates.
- Descubrir restaurantes.
Los del puerto de Aiguadolç
La Fragata
Restaurante del hotel Miramar
La Santa María
La incidència del factor Vi
Y muchos más. 😉
- Comer el plato típico de la región: el Xató compuesto de escarola, bacalao, anchoas, atún, olivas y aderezado con una salsa de tomates, ñoras, ajos, almendras y avellanas.
- Tapear
El cable
Bar vasco Izarrán
Bar Hidalgo
Y muchos más. 😉
- Instalarme en una terraza y tomar una copa mientrás miro los peatones. Muy interesante para ver lo que se lleva. 😉
Bar Montroig
Vera Cruz por su decoración interior todo de madera como si fuéramos en un barco y sus cócteles.
Y muchos más. 😉
- O en uno de los chiringuitos siempre llenos de ambiente, cada uno con su estilo y su público.
Mis preferidos : el del hotel Terramar y el Bar Babalu.
- Su tolerancia. Pueblo gay-friendly pero también muy familiar. Muchos barceloneses tienen su segunda residencia.
- Ir de excursión por el parque del Garraf y sobretodo ir de Sitges a Vilanova i la Geltrú bordeando la costa. Un paseo muy bonito. En el camino de vuelta, bañarme en una de las calas.
- Encontrarme con unos amigos con los cuales el tiempo pasa de una manera más que agradable.
- La animación permanente:
Carnaval en febrero
Rallye internacional de coches antiguos en marzo
Festival Internacional de Tango: en verano
Gay Pride: en junio
Festa Major: a finales de agosto
Corpus Christi: en junio. Las calles están recubiertas de alfombras de flores elaborados por los habitantes con pétalos de flores.
Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña: a principios de octubre
Y más. 😉
Y también hay museos:
El museo romántico: importante colección de muñecas y oportunidad de entrar en una mansión.
El museo Maricel: en un antiguo hospital del siglo XIV: pinturas, esculturas.
El museo del Cau Ferrat: antigua residencia del pintor modernista Santiago Rosiñol.
- Nuestro hotel: Meliá Sitges. Nos sentimos como en casa gracias a la buena acogida de todo el personal.
- Y a pesar de todo esto, coger el tiempo de no hacer nada. Sé que podré volver cuando quiera y que, una vez más, será una estancia llena de Bien-être. 🙂