Como os lo decía en este post, el año pasado quería participar en esta carrera popular. Estando convaleciente, no pude. 😦 Pero este año, la he hecho. ¡Y corriendo!
Vale, de acuerdo, no corrí los 10,766 km pero casí.
¿Entonces, cómo fue?
Llegada sobre las 9h Plaza Catalunya con una amiga. No pudimos avanzar debido a la multitud. Este año: 74 276 inscritos. Esperando la salida la gente se hacía fotos, se buscaba, hacía su planificación de la carrera. El cielo era azul, sin nubes, la temperatura agradable Se notaba una cierta euforía en el ambiente.
La salida fue dada a las 9h30 y a las 9h35, empezamos a movernos. Al principio, casi era imposible correr por la gente.
Mi carrera:
De la salida hasta la calle Aragó: mucha gente, muy difícil correr, entonces caminé a un buen ritmo.
A partir de calle Aragó – Rambla Catalunya: corrí hasta el Poble espanyol. Allí empieza una subida importante. Como nunca había corrido en subida, preferí caminar para no quemar energía.
Antes de entrar en el estadio olímpico volví a correr y di la vuelta al estadio corriendo. ¡Qué sensación hacer el mismo recorrido que los grandes atletas! ¡Impresiona a pesar de que no había público en las gradas!
Poco después de la salida, volví a caminar ya que subía un poco. No hay que olvidar que Montjuic es una montaña. 😉
Cuando empezó la bajada, volví a correr y no paré hasta llegar a la meta, Plaza Catalunya. Mi tiempo: 1h 29mn 30 sec.
A la llegada, cada participante recibió una botella de agua o una Coca-cola. El año pasado, 50 000 botellas de agua Veri y 20 000 litros de Coca-Cola fueron distribuidos.
Lo que me gustó:
El ambiente festivo. La variedad de participantes. Los consejos que se daban por los altavoces: “Id a vuestro ritmo. En caso de cansancio, ralentizar o parar.” etc.
Lo que menos me gustó:
Todas las botellas de agua y el agua en el suelo cerca de los puntos de avituallamiento. Y yo que me siento culpable cada vez que abro un grifo… Además es peligroso. Delante de mí una mujer resbaló por culpa del agua y se cayó.
¡Comó me sentí a la llegada?
Contenta. Con una sensación de Bien-estar. El año que viene la hago sin parar. 😉
Esta carrera organizada por el Corte Inglés existe desde hace 36 años. Esta abierta a todos y es gratuita. Además cada año los organizadores hacen difusión de alguna entidad de carácter social. Este año ha sido Ulls del món.
El Corte Inglès quiere consolidar esta carrera como la gran fiesta del deporte en Barcelona. Con Sidney, es la carrera popular más importante del mundo.
Un poco de historia sobre El Corte Inglés: toda una institución en España.
En 1935, Ramón Areces Rodríguez compra un taller de sastrería en Madrid. Como esta tienda tenía un cierto prestigio, guarda el nombre. Decide transformarlo en almacén comprando, con la ayuda de su tío, los edificios de al lado.
Fallecido en 1989, todos los accionistas son de la familia. El Corte Inglès fue la primera empresa española en ofrecer reembolsar el dinero en caso de que el cliente no estuviera satisfecho con lo comprado. Me acuerdo que cuando llegué en Barcelona era increíble para mí poder devolver un artículo que había llevado a mi casa, probado tranquilamente y guardado una semanas. El reembolso se hacía, y se sigue haciendo, sin pedir explicaciones.
El Corte Inglès es una de las empresas españolas que más invierten en publicidad. Aquí se dice que las estaciones cambian cuando lo dice el Corte Inglès. 😉 La semana pasada, por ejemplo, llovió y hacía frío. Oí una persona decir que estábamos otra vez en invierno. Su compañero le contestó: “Pero no. Ha llegado la primavera. Lo dice el Corte Inglès.” 😉
También se dice que si uno busca algo y no lo encuentra en el Corte Inglès entonces la búsqueda no será facil.
La gente sabe que es una tienda un poca más cara pero que los productos son de buena calidad. Su supermercado está muy bien surtido. Está en todas las grandes ciudades españolas: Madrid, Bilbao, Marbella, etc.
Me gusta que una empresa como esta organice un evento gratuito ya que es un poco la manera de devolver a los ciudadanos el dinero que se gastaron. Estaría bien que todas las grandes empresas hicierán lo mismo. Viviríamos quizás en un mundo mejor. 😉